Vigésimo cuarto capítulo- La cerdosa aventura y la resurrección de Altisidora

De camino a casa Don Quijote y Sancho se encontraron a Tosilos el cual les contó todo lo que había sucedido en la casa de los Duques en ausencia de Don Quijote y les ofreció comida. Solo Sancho se detuvo un rato a comer algo pero pronto se incorporo con su amo.
Al pasar por un prado y ver a unos pastores a Don Quijote se le ocurre la idea de convertirse en pastores durante el año que tendrá que estar parado. Al decir esto Sancho y el propio Don Quijote comienzan a fantasear acerca de cómo iban a vivir siendo pastores y se comienzan a inventar nombres para sus amigos.
Mientras dormían, Don Quijote se despierta y le dijo a Sancho se diera unos azotes parael desencantamiento de Dulcinea. Sancho se niega ya que está cansado
Poco después de esto escucharon un ruido y al poco rato le pasaron por encima puercos corriendo. Sancho quiso matar a un par de ellos como venganza, pero Don Quijote dijo que se lo tenia bien merecido por haber fracasado como caballero.
Al día siguiente se les aparecieron unos caballeros armados que les obligaron a acompañarles hasta la casa de los Duques.
Cuando llegaron a la casa de los Duques vieron a Altisidora tumbada en un túmulo. Al parecer Altisidora había sido encantada y para desencantarla Sancho debería de darse veinticuatro mamonas, doce pellizcos y seis alfilerazos.
En ese momento entraron unas señoras que comenzaron a pellizcar y a pegar a Sancho. Don Quijote aprovecha para pedirle a Sancho que se de un par de latigazos para desencantar a Dulcinea, solo que Sancho se vuelve a  negar a hacerlo.
Don Quijote y Sancho se acostaron pero tardaron en dormirse porque estuvieron largo tiempo hablando sobre los encantadores.
Dice el libro que los Duques sabían que Don Quijote iba a pasar por allí porque se lo había dicho el Bachiller Sansón Carrasco a su vuelta de Barcelona, y habían decidido gastarle a Don Quijote la ultima broma.
Entró por la noche Altisidora en la habitación de Don Quijote y tras decirle este que su amor era solo para Dulcinea, Altisidora comenzó a decir que todo lo que había sucedido esa noche había sido fingido. Don Quijote al poco tiempo decidió marcharse esa misma tarde.




Este capítulo es el penúltimo del libro, y la verdad...no me ha desagradado. Me hace mucha gracia la efusividad con la que Cervantes critica a Avellanedo indirectamente, pero a la vez más directamente imposible; ya que toda persona que se ha leído la verdadera segunda parte de Don Quijote describiría a  Avellanedo como un ser despreciable y plagiador, la literatura del cual no vale la pena ni nombrar.También me da pena Tosilos que, al final, su historia a acabado mal; pero sigue estando muy agradecido a Don Quijote.