miércoles, 29 de mayo de 2013

Vígésimo capítulo- De las grandes aventuras de Don Quijote y Sancho encontraron a campo habierto

De camino a Zaragoza Don Quijote y Sancho se contaron lo que habían hecho los días durante los cuales estuvieron separados y hablaron sobre la libertad.
Al poco tiempo Don Quijote y Sancho encontraron a unos labradores que llevaban algo tapado con sabanas. Don Quijote pidió que era y los labradores le enseñaron unas estatuas y le contaron que eran imágenes de santos que llevaban a una iglesia.  Don Quijote consideró ese encuentro con los labradores una señal de buen agüero y continuaron su camino.
Don Quijote y Sancho comenzaron a hablar del amor interior, ya que Sancho no podía entender como pudo Altisidora enamorarse de él. Mientras se adentraban en el bosque, Don Quijote y Sancho se enredaron con unos hilos que colgaban de los arboles. Justo cuando Don Quijote empezaba a blasfemar contra los encantadores, salieron dos muchachas que les explicaron que esos hilos los habían puesto ellas para cazar pájaros. Al saber que era Don Quijote lo invitaron a comer con su gente, personas ricas que formaban una fingida Arcadia como la de los libros (se disfrazaban de gente pobre y actuaban como ellos). Don Quijote fue tratado por la gente con muchísimo respeto y conversó con ellos sobre diversos temas. Después de comer, al oír Don Quijote un ruido se montó sobre Rocinante y esperó a que llegara la supuesta tropa que les quería agredir. Pero en realidad era una corrida de Toros; la cual pasó por encima de ellos dejándolos polvo. Don Quijote y Sancho sintieron tanta vergüenza que se marcharon sin despedirse de la Arcadia fingida, la cual lo había visto todo.
 Cuando tuvieron ocasión, se pararon a comer un poco pero Don Quijote comenzó a decir que tenia pensado dejarse morir de hambre de la vergüenza que había pasado. También le pidió a Sancho que se diese algunos azotes para poder así desencantar a Dulcinea, pero Sancho dijo que no se los pensaba dar ya que azotarse uno mismo era algo excesivamente doloroso.
Al llegar a una venta próxima descubrieron que unos caballeros estaban hablando de una segunda parte del Quijote que se había publicado.
Cuando Don Quijote leyó algo del libro se quedó asombrado de lo malo que era y de todas las mentiras que en él se decían. Además decidieron no ir a Zaragoza ya que según habían dicho esos caballeros el libro había estado en las justas de la ciudad. Al oír todo lo que Don Quijote había dicho estos caballeros se quedaron totalmente admirados y se dieron cuenta de que eran los verdaderos Don Quijote y Sancho.

Este capítulo me ha estado muy bien. La prima parte me ha sorprendido ya que al ver Don Quijote a los Santos no los confunde con encantadores ni nada por el estilo. Además siente vergüenza, cosa que es el primera vez que tiene ese sentimiento en el libro, si recuerdo bien. Lo que me parece súper original es la critica y denuncia que hace Cervantes a Avellaneda en el mismo libro, ya que el escribió una falsa parte de Don Quijote para burlarse de Cervantes. En la apócrifa del Quijote, Avellanedo cambia totalmente la personalidad y carácter de los personajes.

Décimo noveno capítulo- La descomunal batalla de don Quijote con el lacayo Tosilos y otras cosas que no hay más que ver

Al cabo de unos cuantos días comenzó el combate entre Don Quijote y Tosilos, el que suplantaba al labrador. Tosilos debía derrotar a Don Quijote sin hacerle daño pero este al ver a la hija de la dueña se quedó enamorado de ella y decidió darse por vencido. Cuando este se quitó la máscara todos se dieron cuenta que no era el labrador pero la hija de la dueña dijo que se quería casar con él pues prefería a un lacayo que la quisiese a un labrador que la deshonrase. Don Quijote aclaró la situación diciendo que en realidad era el labrador que había sido encantado. El Duque viendo que su plan no funcionaba decidió encerrar en un calabozo a Tosilos para ver si se desencantaba y si no todos viesen que era un impostor.
Después de tantas vivencias en casa de los Duques Don Quijote y Sancho decidieron marcharse una mañana, después de haber obtenido el permiso de los Duques.
Finalmente como despedida a Don Quijote Altisidora le dedicó a Don Quijote una canción en la cual se burlaba de él. Al final, Don Quijote y Sancho se despidieron de los Duques y de todos los allí presentes y se fueron en busca de mas aventuras a Zaragoza.

Este capítulo es súper cortito, no pasa nada muy interesante. Pero, al fin, se marchan de casa de los duques; durante su estancia allí las historias que ocurrían se parecían mucho unas a otras. A ver si lo que les pasará a continuación tiene más vidilla! Estoy muy contenta, después haber trabajado muchísimo haciendo los resúmenes y leyéndome cada capítulo detenidamente estoy casi terminando el trabajo...ya era hora!!

miércoles, 22 de mayo de 2013

Décimo octavo capítulo- El fin del gobierno de Sancho y su regreso al castillo de los duques

En la ínsula de Sancho era de noche cuando le despertaron diciéndole que se preparar para luchar porque estaban atacando la ínsula. Sancho alarmado se dejó armar con dos grandes escudos, uno por delante y otro por detrás, entre los cuales sacaba la cabeza, las piernas y los brazos; y le dieron una lanza para luchar.
Una vez en la batalla Sancho cayó al suelo al poco de salir y quedó tendido en el suelo sin poder moverse. Todos pisaban a Sancho una y otra vez.
Después de ganar la batalla levantaron a Sancho y comenzaron a felicitar por su gran batalla.
Al día siguiente Sancho preparó al rucio y decidió marcharse, todos los que allí estaban decidieron convencerle para que se quedara pero Sancho dijo que él no había nacido para ser gobernador y que se iba del gobierno tan pobre como había llegado a él.
Con lo relacionado con Don Quijote, el labrador se había marchado de sus tierras para no ser pariente de dueña Rodríguez. Entonces para que se pudiera celebrar el desafío mandaron a un criado que suplantara al labrador y los duques le dieron instrucciones de ganar.
Entre tanto Sancho volvía a la casa de los Duques para incorporarse con Don Quijote a sus aventuras. En su camino encontró a unos peregrinos entre los cuales estaba un amigo suyo que vivía con anterioridad en el pueblo de donde era Sancho. El amigo de Sancho y él estuvieron un rato hablando de la expulsión que había hecho que el amigo de Sancho, el cual era morisco, se tuviera que ir de España. Este amigo de Sancho le contó que estaba de vuelta en España porque había regresado a buscar un tesoro que había dejado escondido. Le dijo a Sancho que si le quería ayudar pero este se negó y después de esto se separaron y cada uno prosiguió su camino.
Mientras Sancho volvía a casa de los Duques se le hizo de noche e intentando buscar un lugar para descansar se cayó en un hoyo muy profundo del que no podía salir. Se pasó la noche lamentándose y a la mañana siguiente Sancho se puso a dar voces para ver si alguien le oía. Al poco tiempo se dio cuenta de que arriba del agujero se encontraba Don Quijote, el cual, al cabo de un rato volvió  con muchas personas con cuerda para sacar a Sancho y al asno del agujero.
Después de salir del agujero Sancho le contó todo lo sucedido a los Duques y estos prometieron darle en un futuro otro trabajo más tranquilo


Este capítulo me ha encantado, me ha enseñado  muchos valores que se pueden resumir en un refrán  que dice Sancho: "Cada oveja con su pareja", es decir, cada uno con los suyos ya que te entiendes mejor. Y no tienes que intentar ser lo que no eres, porque al final saldrás mal parado. Este capítulo me ha animado a seguir leyendo el libro, solo me quedan 6 capítulos, casi nada.

Décimo séptimo capítulo- El progreso de Sancho Panza en el gobierno de la ínsula y otros sucesos que ya se verán

Sancho  regresó a sus obligaciones como juez. Tuvo un caso que constaba de lo siguiente. Esto era un terreno dividido por un río; el río era atravesado por un puente, al final del puente había una horca y una casa en la cual se juzgaba a todo aquel que pasara de forma que aquel que mintiera al preguntarle a donde iba seria ahorcado. Por lo general todos decían la verdad pero un día se les apareció un hombre que dijo que únicamente venia a morir en la orca. Pero los jueces con supieron que hacer ya que si le ahorcaban el hombre habría dicho la verdad y no habría merecido morir, pero si le dejaban ir el hombre había dicho mentira y merecería ser colgado en la orca.
Sancho después de pensar detenidamente recordó algo que le había dicho Don Quijote, lo cual decía que cuando la ley estuviese en duda debería decantarse del lado de la pobreza y humildad. Con lo cual Sancho les dijo que dejaran ir al hombre.
A los pocos días Sancho recibió una carta de Don Quijote en la cual Don Quijote le daba nuevos consejos para gobernar la ínsula. Sancho al poco tiempo le contesto comentándole el problema que tenia con el doctor y la comida.
En la casa de los Duques Don Quijote le comunicó al Duque que iba a ir a buscar al labrador que había burlado a la hija de dueña Rodríguez y que iba a luchar contra él hasta matarlo en seis días.
A los pocos días llegaron de vuelta las cartas de Teresa Panza a la Duquesa y a su marido. En la de la duquesa le contaba la alegría que en ella había causado que Sancho fuese gobernador, también le decía las ganas que tenia de visitar la ínsula de Sancho y le pedía que la siguiera escribiendo contándole como transcurría el gobierno de Sancho.
En la carta a Sancho, que abrió Don Quijote, contaba lo mismo y alguna intimidad más, también contaba lo bien que estaba pasando el tiempo Sanchica.
Aunque al final del capítulo dice que la ínsula se va a desvanecer en poco tiempo.

Cada vez los capítulos se parecen más entre ellos, pero a la vez son mínimamente interesantes. Tengo muchísimas ganas de terminarme el libro. Estos últimos capítulos me han demostrado que la familia de Sancho con el incluido, no son tan tontos como yo pensaba al final, van a ser más listos y espabilados que el propio don Quijote.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Décimo sexto capítulo- Lo que sucedió a Sancho rondando la ínsula y la carta que recibió su mujer, Teresa Panza.

En la ínsula de Sancho este se empeño en hacer una ronda para ver la clase de gente que se paseaba por su ínsula de noche y limpiarla a ser posible de mala gente.
Se encontró un par de problemas y menesteres, pero él, como buen gobernador, las solucionó rápido y justamente. Después de esta noche Sancho seguía demostrando a todos los habitantes de la ínsula su gran sensatez y juicio. Los Duques decidieron mandarle a Teresa Panza una carta en donde le contaban las hazañas de Sancho y le mandaban unos cuantos regalos. Cuando Teresa Panza leyó la carta se maravillo de todo lo que su marido estaba consiguiendo y salió rápidamente a contárselo a todo el mundo. Cuando el Cura y Sansón se enteraron de que Sancho estaba de gobernador de una ínsula se quedaron asombrados y maravillados. Teresa Panza decidió mandarle mediante el paje una carta para Sancho y otra para la Duquesa agradeciéndole todo lo que estaba haciendo por Sancho.

Este capítulo es muy cortito y muy fácil de resumir, por lo que me ha gustado. Me ha hecho gracia ya que la mujer y la hija de Sancho también van diciendo muchos refranes mientras hablan. Ya tengo  muchas ganas de terminas el libro, a pesar de ser una adaptación se me está haciendo un poco pesado. Como dice el dicho: "Este libro es un tostón"

Décimo quinto capítulo- El gobierno de Sancho Panza y el encuentro de don Quijote con doña Rodríguez

En la ínsula de Sancho era la hora de comer y sus sirvientes le llevaron a un gran palacio donde le iban sirviendo grandes platos de comida. Con el pequeño inconveniente de que cada vez que tenia un plato de comida delante un medico que estaba junto a él mandaba que se lo quitaran.
Cuando Sancho estaba apunto de comer algo decente llegó una carta del Duque diciendo que querían atacarle y seria recomendable que no comiera nada de lo que le ofrecían. Entonces Sancho  solo pudo comer uvas y un poco de pan. Mientras Sancho comía la poca comida que le permitían comer apareció un labrador que le comenzó a contar su vida. Sancho después de escucharle le pregunto que era lo que quería. Entonces el labrador le pidió a Sancho que le diese 300 o 600 ducados para poder celebrar la boda de su hijo y una carta para que su futuro consuegro accediese a la boda con su hijo.Sancho se enfadó mucho al oír esto, ya que estaba comiendo cuando lo interrumpieron
En una de las noches en que Don Quijote dormía apaciblemente escuchóo como alguien entraba silenciosamente en su habitación. Pensando que era Altisidora que quería  conseguir su amor se puso de pie encima de la cama. Al entrar la dueña Rodríguez vio a Don Quijote de esa manera y ambos se asustaron enormemente. Después de ese susto la dueña comenzó a decirle a Don Quijote que le necesitaba por temas caballerescos.
La señora comenzó a contarle a Don Quijote su historia, en la cual decía que ella tenia una hija que había yacido con el hijo de un labrador rico del Duque, el cual le había pedido matrimonio a la pobre niña. También le dijo a Don Quijote que ya le había pedido con anterioridad al Duque que la ayudara pero este no le hacia caso a la dueña por que este labrador solía prestarle dinero.
En un momento de su conversación la dueña comenzó a meterse con Altisidora y con la Duquesa. Después de haber dicho se apagaron las luces de extraña manera y Don Quijote y la dueña comenzaron a recibir pellizcos a azotainas. Después de esta peculiar batalla ambos acosadores se marcharon de la habitación, la dueña salió de la habitación de Don Quijote llorando y Don Quijote se quedó sin saber que extraños encantadores le habían hecho eso.



Lo mejor de este capítulo ha sido el final en el que las acosadoras son Altisidora y la Duquesa, que les pegaban porque habían oído a Dueña Rodríguez mientras las estaba criticando. Este libro es un lio... me cuesta un poco entenderlo. Aunque al final, después de leer el mismo capítulo varias veces, lo acabo entendiendo.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Décimo cuarto capítulo- donde se cuenta cómo el gran Sancho comenzó a gobernar la ínsula y el temeroso espanto cencerril y gatuno que recibió don Quijote

Cuando Sancho llegó a su ínsula, Barataria, le recibieron con mucho cariño y afecto. Al verle le llevaron a la iglesia y allí le dieron las llaves de la ciudad y le admitieron como gobernador perpetuo.
Al momento le llevaron al juzgado donde comenzó a ejercer como gobernador en unos juicios de los habitantes de la ínsula.
En el primer juicio le sucedió lo siguiente: era un señor que le fue a pedir a un sastre que le hiciera una caperuza con un tipo de tela que él le llevaba, pero como era tan desconfiado y temía que el sastre se quedara con un trozo de tela le dijo que le hiciera las máximas posibles, al final el sastre le dijo que le podía hacer cinco caperuzas. El problema estaba en que el sastre había hecho unas caperuzas diminutas haciendo caso a que el hombre quería cinco. Entonces el sastre le exigía al hombre el dinero que se había ganado haciendo esas caperuzas, mientras que el hombre le exigía al sastre el trozo de tela que le había dado. Sancho al ver esto decidió que ninguno de los dos tuviera lo que pedía ya que ambos habían sido muy desconfiados con el otro.
La segunda historia contaba lo siguiente: un hombre había recibido prestados diez ducados y no se los quería devolver a su dueño original porque decía que ya se los había devuelto. El primer hombre le dio al segundo una caña que tenia en la mano y juro ante todos que ya se los había devuelto y entonces se fue recuperando su caña antes. Sancho al darse cuenta de esto le mando que le diese la caña al hombre que le había dejado los diez escudos y le dijo que con la caña ya estaba pagado. La sorpresa vino cuando el hombre rompió la caña y vio que dentro de ella estaban los diez escudos.
En el tercer caso se contaba lo siguiente: una mujer llegó ante Sancho diciendo que un hombre la había forzado en mitad de un camino y no la quería indemnizar. El hombre decía que la mujer se le había ofrecido y que ya le había pagado lo justo por esos trabajos. Sancho le dijo al hombre que le diese una bolsa que tenia llena de dinero, y cuando se fue la mujer le mando salir detrás de ella para recuperar la bolsa. Al cabo de un rato regresaron el hombre y la mujer solo que ambos unidos a la bolsa ya que la mujer no la quería soltar por nada del mundo. Sancho al ver esto le dijo a la mujer que se hubiera puesto tanto empeño en defenderse como lo esta poniendo ahora en agarrar la bolsa nadie la habría forzado en el campo. Les mandó ir y le devolvió la bolsa de dinero al hombre.
Un día al salir Don Quijote se encontró a Altisidora y a una amiga, al ver a Don Quijote Altisidora fingió que se desmayaba para que Don Quijote se fijase en ella. Don Quijote al verla le dijo a su amiga que esa noche se quedaría él mismo haciendo la compañía. Por la noche comenzó a cantarle una canción a Altisidora en el cual le decía que el solo estaba enamorado de una mujer y que sus sentimientos no se cambiarían por nada ni por nadie.
Desde un corredor cercano a la reja de Don Quijote descolgaron un saco lleno de gatos los cuales al meterse en la habitación de Don Quijote comenzaron a montar un escándalo muy grande. Don Quijote sé penso que la habitación estaba llena de encantadores y, puesto que estaba a oscuras, comenzó a dar espadazos contra los gatos. Entonces uno de los gatos se le subió a la cabeza y le araño y mordió la cara. Después de esa broma que no salió como debía, Don Quijote pasó cinco días en la cama.


Este capítulo me ha gustado. La primera parte ha estado genial, demuestra que Sancho no es tan tonto como todos piensan, las historias son muy ingeniosas y magníficas. La segunda parte del capítulo no me ha gustado tanto, ya que es más de lo mismo. Al principio del capítulo, el supuesto escritor del libro "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha" dice que sabe que repite mucho las historias de Don Quijote y Sancho, pero que los lectores es de los que quieren escuchar historias, por lo que en la segunda parte no ha metido ninguna novela muy importante como en la primera parte:
  • Curioso impertinente
  • El capitán cautivo

Décimo tercer capítulo- Los consejos que Don Quijote dio a Sancho para gobernar la ínsula y la amorosa canción de Altisidora

Cuando los Duques se dieron cuenta de que las bromas funcionaban y Don Quijote y Sancho no se daban cuenta de nada decidieron proseguir con ellas para reírse más. Mas tarde el Duque le dijo a Sancho que se preparara por que al día siguiente irían a la ínsula en la que Sancho gobernaría. Al oír esto Don Quijote se apartó con Sancho un momento para aconsejarle acerca de cómo tenia que comportarse como gobernador de una ínsula. Primero la aconsejó acerca del alma. Don Quijote le dice que se haga amigo de Dios, que no se avergüence de su linaje ya que si no se avergüenza él nadie se avergonzara nunca de él. También le dijo que en caso de que fuesen sus parientes a visitarlos que no los desprecie. También le dijo que juzgase igual a un rico que a un pobre. Además Don Quijote le comienza a dar consejos a Sancho acerca del cuerpo, le dice a Sancho que se debe de mantener limpio y aseado, que no debe de comer nada que le haga oler mal, que no debe comer demasiado ni muy deprisa por que sin no puede dar una mala impresión y también le dice que no diga tantos refranes como solía decir siempre ya que le harían quedar muy mal.
Don Quijote al final le dice que debe de gobernar bien ya que no quiere sentirse culpable de ningún mal mandato. Sancho al oír esto le dice a Don Quijote que si él lo desea dejara el cargo de gobernador ya que no quiere que su amo sufra consecuencia alguna de lo que él pueda hacer mal. Don Quijote al oír esto le dice Sancho que merecería mil ínsulas ya que sus razonamientos son sabios y correctos.
Al partir Sancho hacia su ínsula se despidió de todos y se montó en el Rucio y comenzó su camino. Con él estaba el criado, que había fingido ser la Trifaldi. A la marcha de Sancho se quedó Don Quijote solo y al notarlo la Duquesa le ofreció un par de doncellas para que le sirvieran. Don Quijote las rechazó diciendo que él era un caballero andante y no necesitaba doncellas de ningún tipo. Cuando Don Quijote estaba apunto de marcharse a la cama abrió la ventana y vio como una doncella, Altisidora, cantaba un romance muy vulgar en el cual declaraba su amor a Don Quijote.
Don Quijote al oír esto le dijo a Altisidora que él ya tenia una dama y que por nada le seria infiel.


Este capítulo me ha hecho reflexionar, sobre todo las  palabras sabias que dice Don Quijote en su discurso para Sancho. Me ha hecho mucha gracia la canción que le canta Altisidora a Don Quijote, ya que dice que es muy fea con unas palabras tan bonitas y rebuscadas que parece que está describiendo a la mujer más bonita jamás vista.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Décimo segundo capítulo- El vuelo sobre el caballo Clavileño y el feliz desencantamiento de las dueñas barbadas

Por la noche llevaron a Don Quijote y a Sancho hacia el caballo y le dijeron que deberían taparse los ojos porque se podían marear. Don Quijote y Sancho accedieron, y al momento les dijeron que para activar el caballo había que mover una clavija que se encontraba en el cuello del caballo. Y para bajarse del caballo cuando llegasen tendrían que esperar a que este relinchara.
Cuando Don Quijote apretó la clavija todos los allí presentes se despedían como si realmente se estuvieran moviendo, incluso imitaban el calor del sol y el movimiento del viento. Al cabo de un rato los allí presentes encendieron la cola de Clavileño el cual al estar lleno de cohetes salió disparado por el aire tirando a Don Quijote y a Sancho al suelo. Cuando se levantaron vieron que no se habían movido de lugar y que a su alrededor estaban los mismos personajes que antes y observaron también que junto a ellos había una lanza con un mensaje el cual decía que Don Quijote había vencido con solo intentarlo y que Malambruno se contentaba con eso y había desencantado a Antonomasia, a Don Clavijo y a la Trifaldi y a sus doncellas. También decía que igualmente se desencantaría Dulcinea en cuanto Sancho cumpliera lo prometido.
Sancho le dijo a la Duquesa que durante su viaje en Clavileño se había quitado el pañuelo y había visto como el mundo y las personas eran muy pequeñas desde esas alturas, . Sancho prosiguió contando que había estado tan cerca del sol que había podido comprobar que realmente era muy grande, también dijo que se habían detenido en la constelación de las siete cabrillas ya que como Sancho había sido cabrero se entretuvo un poco con ellas. Al final, obviamente, nadie creyó a Sancho y Don Quijote le dijo que se lo creería cuando el se creyese lo dela cueva de Montesinos.


Este capítulo me ha hecho mucha gracia, es uno de los mejores capítulos. Me encanta como le toman el pelo a Don Quijote y a Sancho aunque, como he dicho en anteriores opiniones personales, me da un poco de pena. También me ha hecho mucha gracia cuando Sancho interpreta la constelación más importante de las Pléyades llamada "Las siete Cabrillas" como algo literal  y dice que en camino se apeó del caballo y se entretuvo un poco con ellas, lo cual es totalmente imposible ya que no se movieron del sitio.

Décimo primer capítulo- La carta de Sancho Panza a su mujer Teresa Panza y la jamás imaginada aventura de la barbada dueña Dolorida

Al día siguiente Sancho le comenzó a explicar a la Duquesa que ya se había dado unas cuantas palmadas en la espalda ya que no creía que mereciese la pena el azotarse para que otros obtuvieran la recompensa. La Duquesa al oír esto le dijo a Sancho que debía de buscar otro método para azotarse ya que el darse palmadas en la espalda no servía absolutamente de nada.
Sancho le enseño a la Duquesa una carta que tenia pensado mandar a su mujer en la cual le contaba que estaba a punto de irse a gobernar la ínsula que el Duque le había prometido y que la Duquesa no hacia mas que besarle la mano con lo que ella también debería hacerlo. También le dijo a su mujer que estaba deseando ir a gobernar la ínsula para ver si así conseguía algo de dinero. Al oír esto la Duquesa contestó que se mostraba un poco codicioso y que un buen gobernador no se tenia que mostrar codicioso.
Después de esto se fueron al jardín a comer y mientras comían vieron como se acercaba un hombre que sé hacia llamar Trifaldín, escudero de la condesa Trifaldi, el cual en realidad era un criado del Duque que se había hecho pasar por Merlín un par de capítulos mas atrás. Este personaje decía que la Condesa Trifaldi estaba esperando fuera y quería hablar con Don Quijote porque le necesitaba por temas caballerescos. Don Quijote y el Duque accedieron a que entrara, cuando la Trifaldi apareció, precedida de doce doncellas, pregunto si se encontraban allí Don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza. Cuando Don Quijote y Sancho se presentaron ante ella comenzó a contarles su historia, con una voz ronca y poco femenina.
Ella había ayudado a una princesa, Antonomasia hija y heredera del rey Archipiela y de la reina Maguncia de Candaya, a conseguir el amor de un caballero llamado Don Clavijo. Debido a su intención Antonomasia se había entregado a Don Clavijo y tenían intención de casarse.
Cuando la madre de Antonomasia se entero de que su hija se había casado con Don Clavijo, se enfadó tanto que a los tres día murió. Un día después de su muerte apareció el gigante Malambruno, primo hermano de la madre de Antonomasia, en un caballo de madera y para vengarse de la muerte de su prima convirtió a Antonomasia y a Don Clavijo en estatuas de diversos metales. Y para culminar la venganza hizo crecer barbas a todas las doncellas del palacio para vengarse así de la muerte de la madre de Antonomasia.
Una vez dijo eso y para que los allí presentes se lo creyeran se descubrieron la cara y mostraron como tenían todas unas barbas bastante considerables, era debido a que todas las doncellas eran hombres.
Después de haberle contado la historia a Don Quijote le acabo pidiendo que por favor fuese a luchar con Malambruno ya que este había dicho que solo desharía el encantamiento en caso de que Don Quijote de la Mancha fuese a luchar contra él. Cuando Don Quijote acepto la Trifaldi le dijo que Malambruno había dicho que mandaría un caballo de madera, llamado Clavileño, el cual llevaría a Sancho y a Don Quijote a donde se encontraba él. El caballo podía volar o cabalgar muy rápido.

Este capítulo ha estado bien, todos los personajes femeninos que han aparecido durante su estancia en casa de los duques tienen voz ronca y masculina, eso es debido a que son hombres los que hacen el papel de mujeres. El caballo de madera me ha recordado a la historia del caballo de Troya, que usan los griegos para entrar en Troya. A mi parecer, el libro se está volviendo cada vez más interesante. Estoy ansiosa por leer el próximo capítulo.