miércoles, 3 de abril de 2013

Cuarto capítulo- El encuentro de Don Quijote con el CAballero del verde Gabán y la feliz aventura de los leones

Obviamente el bachiller había acordado con el Cura y el Barbero el animar a Don Quijote a realizar su tercera salida y que de este modo cuando Sansón se hiciese pasar por el Caballero del Bosque y venciera a Don Quijote le obligaría a volver a la ciudad para cumplir el acuerdo como vencido que había salido del duelo, quedarse dos años en su casa sin salir. Sansón Carrasco manifiesta notablemente su deseo de salir y apalear a Don Quijote como venganza mientras que Tomé Celial, su supuesto escudero, decide irse a su casa y dejar de actuar como un simple loco.

Iba Don Quijote muy contento después de su reciente victoria cuando encontró a un hombre, que iba sobre una yegua . Don Quijote al verle le propuso que hiciesen el camino juntos. El hombre al oír las aventuras que Don Quijote contaba se dio cuenta de que estaba un poco loco.
El hombre dijo que se llamaba Don Diego de Miranda y que era un hombre rico que pasaba el tiempo entreteniéndose con buenas obras. Cuando Don Quijote le preguntó por la familia este dijo que no estaba muy contento ya que su hijo que acababa de regresar de estudiar leyes en la universidad de Salamanca no quería seguir estudiando leyes porque se encontraba absorto en la poesía. Don Quijote al oír esto le dijo que un padre nunca debía frustrar los deseos de un hijo y que la poesía no tenia nada de malo. Entonces Don Quijote comenzó a alabar la poesía de tal manera que el hombre se dio cuenta del buen juicio de Don Quijote. Al poco rato vieron como por el camino se acercaba un carro con muchas banderas reales, Don Quijote cuando lo vio se dio cuenta que estaba ante una nueva aventura.

Al ver Don Quijote ese extraño carruaje llamó a Sancho el cual había puesto unos quesos, que acababa de comprar a unos pastores, en la celada de Don Quijote, cuando este se la puso y el queso se comenzó a derretir a Don Quijote se le comenzó a llenar la cara de queso y pensó que se le estaban derritiendo los sesos o que estaba sudando de una manera impresionante, cuando se quito la celada y se dio cuenta le echó la culpa a los encantadores. Don Quijote le preguntó al hombre que conducía el carro que cual era la mercancía que llevaba, este le dijo que eran dos leones que llevaba al rey. Además de esto les pidió que se apartaran que los leones estaban muy hambrientos. Don Quijote le ordeno al hombre del carro que abriese la jaula que se iba a enfrentar a los leones porque no le tenia ningún miedo. El hombre del carro accedió pero le pidió tiempo para que él y sus compañeros se apartaran. Cuando el leonero le abrió las puertas de la jaula al león este se dio la vuelta y al no ver nada interesante se volvió a acostar en la jaula pasando completamente de Don Quijote.
Don Quijote le pidió al leonero que sacase a los leones pero tras decirle que no le dijo al hombre del carro que contase en todas partes la hazaña de Don Quijote que a partir de esa hazaña pensaba llamarse el Caballero de los Leones. En ese momento Don Diego estaba pensando como era posible que Don Quijote estuviese loco en actos y comportamiento mientras que cuando habla parece la persona mas cuerda del mundo. En ese momento.
Al medio día Don Quijote, Sancho y Don Diego llegaron a la casa de este ultimo donde se hospedaron durante  cuatro días. Don Quijote comenzó a hablar con Don Lorenzo, el hijo de Don Diego, sobre los caballeros de tal manera que dejó con la boca abierta a todo aquel que le escuchó. Don Lorenzo llegó a la conclusión de que Don Quijote estaba loco pero tenia muchos momentos de total cordura en sus comentarios.
Al poco tiempo comenzó Don Quijote a hablar con Don Lorenzo de la poesía y le pidió a Don Lorenzo que le leyese algunas de sus poesías, tras leérselas Don Quijote opino que era un gran poeta.
Al cabo de unos días Don Quijote decidió marcharse ya que dijo que un caballero no podía pasar mucho tiempo sin aventuras. Al irse Sancho se sentía muy triste ya que en casa de Don Diego vivía en la abundancia todos los días, aunque llenó sus alforjas hasta arriba de comida.


Este capítulo me ha hecho reír mucho, sobretodo cuando don Quijote se pone la celada con los requesones y se piensa que se le están derritiendo los sesos, es muy gracioso. Mi personaje favorito es definitivamente Sancho, es muy divertido y espontáneo. Podríamos decir que es la guinda del libro.

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