miércoles, 17 de abril de 2013

Octavo capítulo- donde se cuenta de quién era maese Pedro y el mal suceso del rebuzno

En realidad Maese Pedro era Ginés de Pasamonte uno de los galeotes a los que Don Quijote había liberado  en Sierra Morena. Ginés se había hecho titiritero y se ganaba la vida yendo por los pueblos, pero antes de entrar en cada pueblo se enteraba de cosas recientes que habían pasado y así fingía que el mono era adivino. Antes de entrar en la venta había reconocido a Don Quijote y así se pudo ganar la confianza de los que se encontraban en la venta.
Cuando Don Quijote se marchó de la venta se encontró al escuadrón del rebuzno que iba armado en busca de sus burladores. Don Quijote para evitar una tonta batalla les dijo a los del rebuzno que en este mundo solo había cuatro razones por las cuales había que coger las armas:
  •  en defensa de la fe católica
  •  en defensa de su propia vida;
  • en defensa de la honra, la familia y la hacienda;
  • o en servicio de su rey.
Ya estaban totalmente convencidos de dejar las armas cuando Sancho dijo que tampoco se debían enfadar tato por un rebuzno ya que él cuando era pequeño rebuznaba tan bien que todos los asnos de su pueblo le respondían. Y entonces Sancho emitió un fuerte rebuzno y uno de los del pueblo pesando que se estaba burlando, le tiro del asno y comenzaron a apedrear a Sancho.Don Quijote salió corriendo con Rocinante y los del pueblo al darles pena Sancho, lo pusieron encima de su Rucio, que siguió a Rocinante.
Cuando Don Quijote y Sancho se dieron cuenta de que no les seguían se pararon y Don Quijote le reprochó a Sancho el que se hubiera puesto a rebuznar ya que estaba claro que con eso iba a conseguir que se enfadaran. Sancho le reprocho a su vez a Don Quijote el que se hubiera ido ya que nunca había visto a un caballero que dejara a su escudero atrás viendo como le apaleaban.
Continuaron su camino para mas tarde parar en una alameda a pasar la noche. Por el camino Sancho le dijo a Don Quijote que haría mejor yéndose a su casa ya que  no cobraba nada. Don Quijote al oír esto comenzó a insultar a Sancho diciéndole que era un asno y que nunca podría hacer nada para remediarlo. Y que cogiera todo el dinero que llevaba y se marchara, ya que prefería ser pobre a tener un mal escudero. Sancho al oír esto se echo a llorar admitiendo que era un asno sin remedio.
Entraron en la alameda y pasaron allí la noche. Al día siguiente prosiguieron su camino hacia  las riveras del valle Ebro.


Este capítulo me ha parecido muy corito y entretenido. Me han echo mucha gracia los rebuznos de Sancho y me he dado cuenta que el libro de Don Quijote está formado por pequeñas historias que en algún momento u otro se relacionan entre sí de alguna forma. En este caso, se relaciona con la historia del capítulo 9 sobre los galeotes

No hay comentarios:

Publicar un comentario