miércoles, 1 de mayo de 2013

Décimo primer capítulo- La carta de Sancho Panza a su mujer Teresa Panza y la jamás imaginada aventura de la barbada dueña Dolorida

Al día siguiente Sancho le comenzó a explicar a la Duquesa que ya se había dado unas cuantas palmadas en la espalda ya que no creía que mereciese la pena el azotarse para que otros obtuvieran la recompensa. La Duquesa al oír esto le dijo a Sancho que debía de buscar otro método para azotarse ya que el darse palmadas en la espalda no servía absolutamente de nada.
Sancho le enseño a la Duquesa una carta que tenia pensado mandar a su mujer en la cual le contaba que estaba a punto de irse a gobernar la ínsula que el Duque le había prometido y que la Duquesa no hacia mas que besarle la mano con lo que ella también debería hacerlo. También le dijo a su mujer que estaba deseando ir a gobernar la ínsula para ver si así conseguía algo de dinero. Al oír esto la Duquesa contestó que se mostraba un poco codicioso y que un buen gobernador no se tenia que mostrar codicioso.
Después de esto se fueron al jardín a comer y mientras comían vieron como se acercaba un hombre que sé hacia llamar Trifaldín, escudero de la condesa Trifaldi, el cual en realidad era un criado del Duque que se había hecho pasar por Merlín un par de capítulos mas atrás. Este personaje decía que la Condesa Trifaldi estaba esperando fuera y quería hablar con Don Quijote porque le necesitaba por temas caballerescos. Don Quijote y el Duque accedieron a que entrara, cuando la Trifaldi apareció, precedida de doce doncellas, pregunto si se encontraban allí Don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza. Cuando Don Quijote y Sancho se presentaron ante ella comenzó a contarles su historia, con una voz ronca y poco femenina.
Ella había ayudado a una princesa, Antonomasia hija y heredera del rey Archipiela y de la reina Maguncia de Candaya, a conseguir el amor de un caballero llamado Don Clavijo. Debido a su intención Antonomasia se había entregado a Don Clavijo y tenían intención de casarse.
Cuando la madre de Antonomasia se entero de que su hija se había casado con Don Clavijo, se enfadó tanto que a los tres día murió. Un día después de su muerte apareció el gigante Malambruno, primo hermano de la madre de Antonomasia, en un caballo de madera y para vengarse de la muerte de su prima convirtió a Antonomasia y a Don Clavijo en estatuas de diversos metales. Y para culminar la venganza hizo crecer barbas a todas las doncellas del palacio para vengarse así de la muerte de la madre de Antonomasia.
Una vez dijo eso y para que los allí presentes se lo creyeran se descubrieron la cara y mostraron como tenían todas unas barbas bastante considerables, era debido a que todas las doncellas eran hombres.
Después de haberle contado la historia a Don Quijote le acabo pidiendo que por favor fuese a luchar con Malambruno ya que este había dicho que solo desharía el encantamiento en caso de que Don Quijote de la Mancha fuese a luchar contra él. Cuando Don Quijote acepto la Trifaldi le dijo que Malambruno había dicho que mandaría un caballo de madera, llamado Clavileño, el cual llevaría a Sancho y a Don Quijote a donde se encontraba él. El caballo podía volar o cabalgar muy rápido.

Este capítulo ha estado bien, todos los personajes femeninos que han aparecido durante su estancia en casa de los duques tienen voz ronca y masculina, eso es debido a que son hombres los que hacen el papel de mujeres. El caballo de madera me ha recordado a la historia del caballo de Troya, que usan los griegos para entrar en Troya. A mi parecer, el libro se está volviendo cada vez más interesante. Estoy ansiosa por leer el próximo capítulo.

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