En la venta, la ventera le preparó la cama a Don Quijote y a Sancho, los cuales se fueron a dormir. Los demás comieron y hablaron sobre la locura de Don Quijote y las historias de caballería. El ventero y los ocupantes de la venta argumentaban que estos libros eran historias verdaderas que le habían sucedido a unos personajes en el tiempo y contexto que en el libro se citaban. El cura y el barbero decían que en esos libros no había ni una sola página de verdad. El ventero sacó una maletita con algunos libros dónde el cura vio unas hojas, de muy buena letra, en las cuales estaba escrita una novela llamada: La novela del curioso impertinente la cual leyó el cura en voz alta para que todos la escucharan.
En esta novela se explica la historia de dos amigos, Lotario y Anselmo el cual se casó con Camila. Anselmo lo tenía todo una mujer que lo quería y un muy buen amigo, Un día, Anselmo quiso poner a prueba a su mujer haciendo que su amigo Lotario ofreciera a Camila regalos y joyas para que se probase así la fidelidad que tenia Camila hacia su esposo Anselmo.
Lotario en un primer momento se negó a hacer tal cosa ya que consideraba que Camila era una mujer muy pura y muy honrada. Al final accedió ya que Anselmo se puso muy pesado, pero lo que hacia Lotario era inventarse conversaciones en las cuales Camila lo rechazaba. Anselmo no se contentó por lo que le dio joyas a Lotario para que se las regalase a Camila y se fue a Florencia unos días para dejarlos solos. Durante ese tiempo, Lotario se enamoró de Camila y intentó cortejarla como pudo, pero ella seguía resistiendose, pero al final ella se compadeció de él y se entregó a él.
Antes de que hubiera acabado el cura de leer la novela apareció Sancho por la puerta diciendo que Don Quijote estaba librando una gran batalla contra el gigante enemigo de la señora princesa Micomicona. Al oír esto el cura se levanto con rapidez cuando oía un gran ruido acompañado de las voces amenazantes de Don Quijote. Cuando entraron en la habitación de Don Quijote vieron que este se encontraba a cuchillada limpia con los cueros de vino. Lo más extraño de la situación eran las pintas que tenía Don Quijote; tenía los ojos cerrados, ya que se estaba soñando, con una camisa que apenas le cubría los muslos, las piernas no excesivamente limpias y llenas de vello, y en el brazo izquierdo tenia envuelta la manta de la cama como escudo. Al ver todo revuelto y lleno de vino, el ventero se abalanzó sobre el pobre Don Quijote propinandole gran numero de golpes a puño cerrado, tan fuerte le daba el ventero que si no llega a ser por Cardenio y por el cura Don Quijote no hubiera salido con vida. A pesar de todo Don Quijote no se había despertado por lo que el barbero le echó un cubo de agua fría en la cabeza. A continuación, Sancho empezó a buscar la cabeza del gigante y Don Quijote continuó su sueño despierto; todos se rieron de ellos. Cuando Don Quijote se hubo quedado dormido de nuevo continuaron leyendo la novela del Curioso impertinente.
Continuando donde lo habían dejado...al volver Anselmo, Camila y Lotario le mintieron sobre lo que había pasado y se lo creyó, pero unos meses después la Fortuna descubrió lo que había pasado. Anselmo ante la traición murió de tristeza. A las pocas semanas Lotario murió en una batalla, por lo que Camila se quedó sin marido y sin amigo por lo que acabó muriendo de melancolía. Una vez acabaron de leer el libro el cura la calificó como irreal.
El ventero que divisó como se acercaban a la venta una tropa de huéspedes, cuatro a caballo, y una mujer vestida de blanco. Los caballeros bajaron de su jumento, y hicieron bajar a la mujer del suyo a la fuerza. Entraron en la venta y Dorotea se hacercó a la mujer que esta llorando y sujetada por un caballero para ayudarla, pero se desmayó por que aquel caballero era su amado Don Fernando, el cual al reconocerla se quedó blanco. Cardenio escuchó la voz de la mujer de blanco y la reconoció era la de su amada Luscinda. Al despertarse, Dorotea convenció con ayuda del cura a Don Fernando para que cumpliera su promesa de casarse con ella y este dejó libre a Luscinda la cual se fue a los brazos de su amadísimo Cardenio. Al final todos se quedaron con la pareja que les correspondía y todos los presentes lloraron de alegría.
Entre tanta felicidad solo Sancho era el triste (porque había perdido su ínsula) pero al poco rato se despertó Don Quijote y comenzó a hablar con él.
Don Quijote le contó a Sancho la aventura, imaginaria claro esta, que había tenido este con el famoso gigante al cual había liquidado de tal forma que llego a comparar la sangre del gigante con arroyos de agua. Sancho al oír esto le corrigió diciéndole que más que arroyos de agua eran arroyos de vino tinto. Al oír esto Don Quijote le pidió una explicación a Sancho de porque decía arroyos de vino tinto, a todo esto Sancho le explico lo que había sucedido y también le explicó lo que estaba sucediendo actualmente en la venta.
Don Quijote bajo al salón y comenzó a hablar con Dorotea la cual en alguna ocasión quiso cortarle, Fernando no se lo permitía ya que le interesaba todo lo que allí se hablaba. Una vez hubo acabado la conversación Fernando (el cual ya estaba informado de la locura de Don Quijote) se comprometió en llevarlo a su casa quedando los venteros, enormemente aliviados y alegres.
Entonces llegaron a la venta un hombre de 40 años vestido de moro y una mujer que era mora, Zoraida, se presentaron y fueron invitados a cenar con todos los otros huéspedes. Durante la cena, don Quijote dio un largo discurso en que no parecía estar loco, habló de cómo es la persona más pobre que hay en el mundo ya que tiene que sobrevivir con los mínimos recursos existentes y aun así consigue sacarle el mayor partido a cualquier situación dificultosa. También les dijo que los menos premiados en la guerra y los más importantes en ella son los pobres soldados, que además suelen morir en ellas.También comparó el trabajo de los estudiantes con el trabajo de los soldados ya que trabajan muchísimo mas los soldados que los estudiantes y en realidad era muchísimo menor la recompensa que recibía un soldado. Una vez finalizado su discurso le preguntó al hombre que les contara su vida.
El cautivo se presentó como Ruy Pérez de Viedma, noble, contó que su padre era un hombre muy genero que tenía tres hijos, cuando llegó la hora de elegir una profesión, él escogió las armas, otro las letras y el otro el comercio.,
Se embarcó a la mar y tras unos cuantos viajes fue apresado y hecho cautivo por el rey de Argel.
El cautivo después de estar 22 años en la prisión recibió por una ventana de la cárcel dinero y una carta de una mujer que le decía que quería fugarse con él y casarse con él porque la virgen se le había aparecido y le había ordenado que fuera tierra de cristianos
Con el dinero de la muchacha el cautivo consiguió escaparse de la cárcel y junto a unos amigos fue a buscar a la chica y allí consiguieron el tesoro que contenía escudos de oro.
Perdieron gran parte del tesoro de camino ya que unos corsarios franceses los atracaron, pero, a pesar de todo consiguieron llegara montañas leonesas para junto a su amada buscar si todavía sobrevivía alguno de sus parientes. Don Fernando les ofreció su ayuda pero estos no quisieron abusar de él y la rechazaron.
Al poco tiempo llegó a la venta un juez del Consejo Real que buscaba cobijo acompañado de una hermosa mujer. Al verlo, el cautivo lo reconoció, era su hermano Juan Pérez de Viedma. El cautivo antes de hablar con su hermano pidió consejo al cura; el cual le contó al juez que había conocido a un capitán con su mismo linaje y le contó su desventurada historia. El juez al oír la historia se puso a llorar y fue cuando el cura fue a buscar al cautivo y a l juez enseguida los reconoció y le ofreció su casa y su protección.
El capítulo acaba con Don Quijote yendo fuera del supuesto castillo a hacer guardia, no fuese que algún gigante les atacase.
Este capítulo me ha encantado, se han enlazado todas las historias y todas han tenido un final feliz. Cada vez me gusta más el libro aunque hay veces que se me hace un poco pesado y tengo que leerme una misma página dos veces. También me ha gustado como Sancho se pone a insultar a la antigua.
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