domingo, 3 de marzo de 2013

Octavo capítulo- la batalla contra los polvorientos, el cuerpo muerto y la aventura de los batanes

Don Quijote se piensa que aquella venta estaba encantada, pero Sancho le corrige diciendo que no, ya que había oído voces humanas mientras le manteaban.
Mientras continuaban su camino Don Quijote diviso dos humaredas que se podían ver desde donde se encontraban. Así que Don Quijote llegó a la conclusión de que esas humaredas procedían de dos ejércitos que se estaban enfrentando. Don Quijote y Sancho se subieron a una colina para ver mejor la supuesta batalla.Cuando ya estaban mas cerca Sancho se percató de que las humaredas procedían de unos rebaños de ovejas, y se lo hizo saber a Don Quijote, pero este se empeño en que eran ejércitos y se abalanzó sobre la ovejas. Los pastores le empezaron a tirar piedras causándole heridas y rompiéndole alguna muela.  Mas tarde cuando ya se encontraban preparados tuvieron ganas de comer pero al no tener las alforjas con la comida no pudieron satisfacer su apetito.
Quejandose de su hambriento estómago se hizo de noche y vieron a través del camino unas luces que se acercaban. Cuando ya se encontraban muy próximas Don Quijote les pregunto que de donde venían, entonces la mula de uno de ellos se asusto y tiro al suelo al hombre que la montaba. Uno de los monges empezó a insultar a Don Quijote, el cual empezó a apalearlos y todos huyeron. Don Quijote enojado apuntó con su lanza al hombre que se encontraba en el suelo y le volvió a preguntar que de donde venían. El hombre le dijo que era un religioso y lo que llevaban era un muerto. Así Don Quijote llamó a Sancho, el cual aprovechando la oscuridad había estado robando algunos alimentos, para que ayudase a levantar al pobre religioso. Así se despidieron del monje y se fueron a un prado a comer los alimentos que habían robado.
Como no tenían agua fueron en busca de ella hasta que llegaron a un gran espacio escondido donde se oía una fuente, aunque también un fuerte que asustaba a Sancho, , y viendo esto Don Quijote le dijo a Sancho: que esperase ahí durante 3 días y que si en ese plazo no volvía que regresara a la aldea y le dijese a su amada Dulcinea que su amado caballero había muerto luchando en la oscuridad; ya que pensaba que esos ruidos de cadenas provenian de una gran aventura. Sancho al oír esto se puso a llorar y le dijo que no se marchara todavía y que esperase a mañana, pero al ver que Don Quijote no le hacia caso le ato las patas a Rocinante para que no pudiese cabalgar.
Durante esa noche Sancho comenzó a contar un cuento de un cabrero pero no lo pudo acabar debido al constante ruido que se oía. Así paso la noche y ya al amanecer se ponen en camino de aquel enorme ruido, llegaron a unas peñas en donde encontraron unas casa mal hechas, Don Quijote se acercó y cuando se dio cuenta de lo que era ese ruido agacho la cabeza. Cuando Sancho lo vio se comenzó a reír.

Este capítulo me ha gustado mucho. Lo que me ha gustado más ha sido la manera en que Don Quijote comienza a decir personajes famosos, describiendo la batalla y las armas que llevaba cada ejercito cuando se encuentran en la colina para ver mejor los supuestos ejércitos de Don Quijote: "Aquel caballero que trae en el escudo tres coronas de plata es el temido Micocolembo, gran duque de Quirocia, y el otro de miembros gigantes que está a su derecha es Brandabarbarán de Boliche, señor de las tres Arabias. Pero vuelve los ojos a  esa otra parte, Sancho y verás al frente de su ejército al jamás vencido Timonel de Carcajona, que trae pintado en el escudo un gato de oro que trae un lema que dice <<Miau>>, que es el principio del nombre de su dama, la sin par Miulina, hija del duque ALfeñiquén del Algarve. Y aquel otro poderoso caballero es Espartafilardo del Bosque"; y como presenta Sancho a su amo a los monges: "El Caballero de la triste figura" y Sancho ante la curiosidad del monje del porque de ese nombre dijo que era porque no tenía muelas y porque la cara la tenia muy delgada de no haber comido en todo el día, por lo que a la luz del velón tenía la más fina figura jamás vista.






No hay comentarios:

Publicar un comentario