Noveno capítulo-la rica ganancia del yelmo de Mambrino y la libertad que don Quijote dio a muchos desdichados

El capitulo empieza con Don Quijote creyendo que está viendo a lo lejos el famoso yelmo de Mambrino llevado por un caballero montando un gran caballo, el cual, no era mas que una simple bacía de azófar que llevaba un barbero en la cabeza para protegerse de la lluvia e iba montando un asno. Don Quijote sin pensárselo se abalanzó sobre ese pobre hombre arrebatándole así el supuesto yelmo de Mambrino.Y Sancho aprovechó y cambió la correa y la silla de montar del barbero por la suya, que ya estaba un poco vieja. Después de comerse toda la comida del pobre barbero continuaron su camino. Mientras Don Quijote y Sancho iban caminando tranquilamente por un descampado empezaron a hablar sobre la remota posibilidad de servir a un emperador, pero finalmente decidieron continuar siendo caballeros andantes hasta que su fama se extendiera por todo el mundo.
 De pronto, encontraron en su camino a unos galeotes, presos, que iban escoltados por unos comisarios armados. Don Quijote al ver que estos presos iban encadenados se interesó del porque de esta inhumana situación. Sancho se lo intento explicar, pero al no quedar satisfecho comenzó a preguntarle a los galeotes el porque de su condena. Estos le explicaron a su manera que habían hecho. Este al considerar injusto, que esos hombres estuvieran condenados contra su voluntad y sin gran  motivo, decidió liberarlos y dejarlos marchar en paz, arremetiendo contra los comisarios, los cuales se marcharon asustados.  Don Quijote les dijo a los galeotes que fueran a visitar a su amada Dulcinea del Toboso a contarle que el caballero de la triste figura, les había liberado de sus cadenas y penas. Los galeotes además de negarse a cumplir este pequeño mandato comenzaron a apedrear y saquear a Don Quijote y a Sancho, dejándoles a la intemperie casi desnudos.


Este  capítulo me ha parecido muy divertido, la historia del yelmo de Mambrino no me ha desagradado pero me han entusiasmado las historias que le contaron los galeotes a Don Quijote y como se las creyó; en especial la de Ginés de Pasamontes, según el cual estaba condenado por escribir un libro llamado "La vida de Ginés de Pasamontes", que supuestamente era mejor que el propio "Lazarillo de Tormes" . También me encantan las conversaciones disparatadas entre Sancho y Don Quijote, y de como Sancho cree a su amo a pie de palabra.