miércoles, 27 de marzo de 2013

Segundo capítulo- donde se cuenta la visita de Don Quijote a su señora Dulcinea del Toboso

Don Quijote antes de comenzar sus aventuras decide ir a ver a Dulcinea al Toboso para recibir su permiso y su bendición para emprender sus aventuras.  Sancho le advierte que la ultima vez que vio a Dulcinea estaba recogiendo trigo pero Don Quijote atribuyó este comportamiento a los encantamientos. Sancho comienza a hablar sobre  sí el escritor del libro le habrá tratado bien a pesar de sus defectos. Mientras tanto Don Quijote comienza a manifestar su deseo de alcanzar la fama y que al cielo se puede llegar tanto por santo como por caballero
Al tercer día, llegaron al Toboso y Don Quijote decidió entrar una vez fuese de noche por lo que estuvieron descasando un rato junto a unas encinas. Sancho estaba preocupado ya que nunca había visto a Dulcinea y tenia miedo de que su amo le mandase a buscarla.
Don Quijote y Sancho entraron por la noche al Toboso para buscar el palacio de Dulcinea, que no daban encontrado ya que no existía. Después de un buen rato buscando Sancho decide convencer a Don Quijote para que este se quede esperando en un encinar hasta que Sancho encuentre a Dulcinea y le diga que su amado caballero le esta esperando en un encinar cercano.
Antes de que Sancho comenzara su búsqueda se sentó, donde su amo no pudiese verle, para reflexionar acerca de la locura de su amo que aunque Sancho le llevase a otra persona que no fuese Dulcinea, Don quijote juraría que su amada esta encantada.
Al atardecer Sancho vio pasar cerca de él a tres labradoras y fue corriendo junto a su amo para decirle que Dulcinea se acercaba con dos de sus sirvientas
Cuando se estaban acercando las tres labradoras se puso en marcha el plan de Sancho ya que él pensaba que cuando su amo viese a las tres labradoras, e hiciese caso a Sancho que decía que era Dulcinea con sus sirvientas, pensaría que estaban encantadas.
Las labradoras al oír las alabanzas, que Don Quijote hacia de ellas, salieron corriendo escapando de Don Quijote y de Sancho. Después de ver como las tres labradoras Sancho y Don Quijote comenzaron a increpar contra los encantadores que privaron a Don Quijote de ver la belleza de su amada.  Finalmente Don Quijote y Sancho prosiguieron su camino hacia Zaragoza donde se celebraban todos los años unas fiestas muy importantes.


Este capítulo me ha encantado, sobretodo cuando Sancho se va cerca de unas encinas a reflexionar, es muy gracioso. Hay una frase que me ha gustado mucho, y dice así: "Dime con quién andas, y te diré quien eres". La dice porque el piensa que su amo está loco, y si el va con él, la gente pensará que él también lo está.

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